martes, 20 de enero de 2009

Nueva York: un átomo de carbono

Después de tiempo imaginándome figuras y formas, creo que la que más encaja es la del átomo. Elipses que en ciertos puntos se cruzan y se insertan unas dentro de otras, pasando varias veces por el mismo punto en el espacio. Sí, creo que si tuviese que hacer un esquema de la vida esa es la forma que le daría.

Y en cierto modo es entretenido descubrir esos puntos de conexión, sobre todo en los viajes. Pequeños detalles a los que les otorgas una relación porque te da la gana, porque se entienden mejor así.


ELECTRÓN 1

The only reason for time is so that everything doesn’t happen at once

Einstein

(Inscripción en una pared del MOMA)


En el asiento del avión, sobre la bandeja desplegada, estoy comiendo y cenando a la vez, según qué país tome de referencia. Si pienso en EEUU estoy comiendo y si pienso en España, cenando. Qué cosas…


ELECTRÓN 2

Nada más pisar suelo yanqui me doy cuenta de uno de los rasgos más llamativos de los americanos: todo a lo bestia. Colas para salir del avión, colas enormes para pasar el control de inmigración que duraron horas larguísimas, colas (bastante más cortas) para el taxi... Entonces recuerdo algo que nos dijeron en una clase de economía de empresa: “Ikea estuvo a punto de caer en bancarrota cuando llevó su mercado a EEUU: las camas se rompían por no estar preparadas para el sobrepeso de muchos americanos y la gente compraba floreros pensando que se trataba de vasos de cerveza.” Todo a lo bestia, ahora empiezo a entender…


Nos adentramos en territorio estadounidense en un taxi escuchando salsa cubana. Curiosa combinación.

Al acercarnos a Manhattan el paisaje, que según mi opinión no dista tanto del europeo, cambia: tras el parabrisas aparecen un montón de palillos pinchados sobre un gigantesco pastel de manzana. El conglomerado de rascacielos, otra imagen típica de Nueva York.


ELECTRÓN 3

Durante los años de la ley seca en el norte de Manhattan los cabarets clandestinos procrearon como conejos excitados por la ausencia de policía, que se concentraba en el Downtown. La mafia se encargaba de que el alcohol y las drogas no faltaran y la música siempre acompañaba aquellas noches en la ilegalidad. Quizás fue esa clandestinidad y la posterior asociación de Harlem a un ghetto de negros lo que consiguió que la burbuja mágica tardara mucho más en romperse.


Una burbuja de luz tenue dibuja sobre el taburete del piano unos pantalones de tela y una americana gris oscura cubriendo el cuerpo de una joven asiática. Sus dedos van dando saltos a toda velocidad, recorriendo arriba y abajo teclas blancas y negras.

La improvisación causa un efecto paralizante sobre el público y los demás miembros del grupo excepto el batería, que a suaves golpes va componiendo el acompañamiento. A su izquierda, con los ojos cerrados, un pie apoyado sobre el taburete y el otro colgando cerca del suelo, un hombre de piel oscura, edad avanzada, perilla blanquecina y boina de pana beige a conjunto con su americana, sostiene un trombón.

Al cabo de unos minutos, el cuarto miembro del grupo acerca sus labios al saxo y las notas se convierten en el antídoto que anula la parálisis.


Hace bastantes meses escribí lo siguiente sobre Marruecos:

Il y a quelque chose magique dans tous les endroits. Cette magie est causée par deux éléments principalement : le paysage naturel (il ne doit pas être artificiel) et la culture des hommes qui y habitent (pas les hommes seuls). Pour éviter que cette ambiance spéciale disparaisse il faut prendre soin de ces deux ingrédients.


ELECTRÓN 4

Arriba, en el Empire State, hace un viento helado que acuchilla la piel de la cara. La voz de la audio-guía me cuenta una historia al oído: NY es una ciudad que atrae a los halcones por la abundancia de alimento y lugares altos donde poner sus nidos (rascacielos).


En el Downtown, elegantes hombres de negocios, que anidan en el Upper West Side, con sus abrigos largos y maletín en mano se pasean por Wall Street, pegándose atracones de todo tipo de minorías que se agrupan en el Bronx, Queens y algunos barrios de Brooklyn.


ELECTRÓN 5

En una sala blanca, un par de semanas atrás, me topo con Andy Warhol. Se trata de una exposición en otra ciudad, lejísimos de NY. La portada del primer CD de The Velvet Underground colgada en la pared muestra el diseño que Andy Warhol hizo para ellos. Al lado, en una sala oscura, se proyecta Andy Warhol’s Exploding Plastic Inevitable. Una grabación sobre el mítico grupo de música que se proyectó por primera vez en un edificio de Manhattan, entre el East Village y el Lower East Side.

“Sin embargo la relación de Warhol con la música no era nueva y desde los años 50 colaboraba con el sello especializado en jazz Blue Note diseñando más de 20 portadas de discos…”


En una sala blanca, nos agrupamos en forma de media luna delante de un cuadro enorme con todos los tipos de sopa Campbell. Andy Warhol otra vez. La guía abre la boca. A partir de este momento, si estuviéramos en España, seguramente la guía vomitaría un largo rollo, deteniéndose sólo para coger aire, y una vez terminado el discurso pasaríamos al siguiente cuadro. Aquí, en EEUU, en el MOMA, la historia cambia y la guía no empieza así, empieza preguntándonos a nosotros, los visitantes. Si estuviéramos en España, seguramente la mayoría nos quedaríamos callados esperando a que ella misma se respondiera. Pues aquí no, cada uno dice lo que le peta con total espontaneidad.


De noche, en Greenwich Village, intentamos adivinar la silueta de Washington Sq. Park. Nos dirigimos a un club de jazz para escuchar buena música mientras cenamos. Se llama Blue Note.


ELECTRÓN 6

The only reason for time is so that everything doesn’t happen at once

Einstein

(Inscripción en una pared del MOMA)


En el asiento del avión, sobre la bandeja desplegada, estoy comiendo y cenando a la vez, según qué país tome de referencia. Si pienso en EEUU estoy comiendo y si pienso en España, cenando. Qué cosas…

sábado, 17 de enero de 2009

Busca las 7 diferencias

6/01/2009 12:00
Foto de Nueva York tomada desde mi imaginación

Puñados de gente corriendo por todos lados, abrigados hasta atrás, con esas orejeras enormes y gorros con pompón. Indigentes pidiendo a señoritas chic con sus bolsos de Prada y caniches vestidos también a la moda. Peleas callejeras al lado de alcantarillas humeantes y de banda sonora sirenas de coches de policia. Jóvenes haciendo graffities y otros con radiocasetes sobre el hombro. Ejecutivos pagando un perrito caliente mientras con la otra mano sujetan su Mac. Anuncios gigantes con todo tipo de luces y chavales jugando a baloncesto en cada esquina.

6/01/2009 19:40
Foto de Nueva York tomada desde Manhattan

Calles bastante vacías, con unas cuantas personas ocultas bajo paraguas (pero bastantes llevan las orejeras!). Casi ningún indigente a la vista, ni peleas callejeras, ni jóvenes haciendo graffities (gran obra la de Rudolph Giuliani, lástima que los métodos no fueran demasiado legales). Eso sí, ¡hay alcantarillas humeantes! Nadie pide perritos calientes ni juega a baloncesto en la calle porque hace un frío de narices y se está mucho mejor a cubierto. Los anuncios gigantes están esparcidos de forma discontinua y especialmente concentrados en Times Square.
Detalle importante: Hay que tener en cuenta que estoy en una parte bastante céntrica, cerca del Rockefeller, el MOMA, etc.

domingo, 4 de enero de 2009

Rock My Religion

"[...]seguramente por esta razón, el rock también ha sido el primer movimiento contracultural de la historia que desde sus inicios fue susceptible de ser asimilado e integrado dentro del sistema económico para dar luz a una de las industrias más prosperas del capitalismo cultural...""Pero por otra parte la industria musical -al igual que el sistema del arte- ha tenido la facultad de fagocitar -y en consecuencia desactivar- las corrientes musicales más incómodas, transformando en poco tiempo toda "revuelta juvenil" en "cultura juvenil". La rapidez con la que la industria de la moda asumió la estética punk podría ser un ejemplo muy significativo de lo que decimos."

"Eres la violencia del objeto que llora porque ya no deseas."



F. Javier Panera
Exposición Rock My Religion
Sala Da2
Salamanca