viernes, 14 de diciembre de 2007

Examen ideal

El camino de cemento de arena era de color gris pálido, como el de los pasteles de tierra que solía cocinar en el patio de la escuela en la época de párvulos. Había unas cuantas huellas de pisadas, como si un grupo de personas hubiera permanecido de pie en aquel lugar durante años, dejando que la erosión del viento grabara sus pisadas sobre el pavimento. Después, alguien habría retirado a aquellas personas, ya convertidas en estatuas, y sólo quedaría el testimonio de su presencia, ahora convertida en ausencia.

Teniendo en cuenta que se trata de la respuesta a un apartado de un examen de matemáticas, parece bastante desubicada. Pero se basa en el principio de “poner de buen humor al corrector” para que tenga una buena predisposición al empezar a corregir el examen y así favorecer la obtención de una buena nota. Así que añade al texto unas cuantas ilustraciones a modo de cómic para ayudar al corrector a meterse en la historieta.

Tras media hora de estudio intenso sobre el ritmo y la tonalidad del “tic tac” del reloj de pared de la clase, decide que ha llegado el momento de hacer uso de su arma secreta. Mediante el llamado “efecto submarino” se escurre bajo el pupitre (por cierto lleno de chicles pegados, restos de desechos de afilalápices, confesiones de amor grabadas en la madera, insultos y demás) y allí saca de su bolsillo un par de sus “yos en miniatura”. En cada uno de ellos hay almacenada parte de la información necesaria para aprobar el examen y además para hacerlo con buena nota. Vuelve a tomar asiento en su silla y, con mucho disimulo, coge uno de sus “yos”, lo pone boca abajo sobre el papel del examen, y le da unos golpecitos en los pies, como se hace con un bote de ketchup que se está acabando. Una vez vertido todo el contenido sobre la hoja, coge el siguiente “yo” y repite el mismo procedimiento. Así sucesivamente hasta que se le agotan los “yos” y da el examen por finalizado.

Satisfecha con su trabajo, decide aprovechar el cuarto de hora restante dedicándolo a la reflexión. Así que se concentra en la calva del profesor y viene a su mente la imagen de una bahía. Entonces surge el comienzo de la meditación:

¿Los pantalones cortos se llaman bermudas porque son los pantalones que se ponía la gente para ir a las islas Bermudas? ¿O es el atuendo típico de los habitantes de las Bermudas, que van siempre en pantalón corto ya sea invierno o verano? Porque de ser así…

No hay comentarios: