
-Uy, pues la luna cae muy cerca eh…
-Petarán la Tierra y se irán a la luna.
-Tú sí que petarás piponaza, ¡que no paras de comer pipas!
La puerta del balcón abierta da a Plaça Reial y la nube de humo que llena la sala de reuniones/sala de estar va haciendo formas en esa dirección. Fuera ya es de noche aunque no son más de las seis y media.
Estamos sentados en círculo y ahora es Alberto, un tipo inquieto, con coleta, pelo grisáceo, gorra, anillos de hojalata en todos los dedos y cigarrillo de liar permanentemente encendido, quien tiene la palabra. Discuten sobre el tema que se tratará en el programa de radio de este miércoles. Sergi, que acompaña cada palabra con movimientos espasmódicos de la mano derecha y al que casi no se le entiende al hablar, es el encargado esta semana de hacer las propuestas. Ha escogido el fin del mundo como tema a tratar porque hace poco vio una peli que iba sobre los mayas y decía algo de que en diciembre del 2012 se acababa el mundo. Debaten sobre cómo será ese final: algunos explican la teoría de unos meteoritos que van a pasar rozando la Tierra, que entrarán en nuestro campo gravitatorio y chocarán contra la superficie matándonos a todos; otros mencionan el cambio climático y los desastres que eso conlleva; y una señora rubia, regordeta, que ha construido una buena montaña de cáscaras de pipas sobre la mesa, alza su voz chillona para soltar, como si hubiera encontrado la clave:
-¿No se decía que el Apocalipsis llegaría cuando el presidente de una super potencia fuera negro?
-¡Noooo! ¡Era cuando el Papa fuera negro!
-Uf, vale…
Y siguen discutiendo un buen rato. Se forman conversaciones paralelas y algunos van cambiando de sitio según con quien estén hablando. De repente un chico que parece bastante más joven de lo que es, abre la boca y todos callan para escuchar una voz grave y tranquilizadora, que articula las palabras lentamente, como si acabara de fumarse un porro (quien sabe):
-En realidad estas predicciones se hacen para que luego pueda haber organizaciones que te vendan la salvación y se forren. Como los testigos de Jehová, que predijeron cuatro fines del mundo. Y es que la sociedad occidental es mucho más paranoica que la de los mayas, seguro.
-Sí, es verdad. Mira, sólo hace falta encender la tele. Que si la gripe A, que si no sé qué, que si no sé cuantos…Todo para meter miedo y la gente se lo cree.
-Pues sí, pero te digo yo que al que no tiene pa comer le da igual que vaya a llegar el fin del mundo o no, sólo se preocupa de llevarse algo a la boca.
Hasta que al cabo de un rato el tema deriva en los tipos de tabaco de liar: en cuáles son mas secos o más húmedos y cuáles más baratos y más caros. Mientras, un hombre de unos cuarenta, con gafas y entrado en carnes, que no ha dicho una palabra en todo el rato, va anotando un montón de cosas en una hoja de papel, con letra pequeña y poco espacio entre línea y línea.
Él es el encargado de hacer las críticas de películas.

3 comentarios:
trobava a faltar una mica de somnis d'Alice i el seu país de meravelles :)
darling. m'encanta el final i el principi: cosa que fa que magradi molt el conjunt! genials genials :)
ps. el comentari d'abans te l'he escrit perque ha estat un arrebato al veure que havies actualitzat! ;)
jajaj gràcies pel coment clod!
és un conte força real, la veritat, és dels q fan ràdio nikosia, q són gent amb transtorns psicològics. Ja t'explicaré!
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