En pijama y calcetines salgo de la habitación “Eucaliptus” para comprobar que el sol no nos ha hecho una mala jugada. Piso en el suelo, frío, frío, otro paso todavía en la sombra, frío, giro la esquina y… ¡un día genial de playa! Nos vestimos rápido y vamos hacia el comedor del hotel donde los únicos comensales son una familia con dos hijos y nosotras. Nos sentamos frente al ventanal que da a las casas blancas típicas de allí y a un cielo bonitamente despejado y empezamos a pasar página del periódico y el suplemento, muy lentamente, mientras esperamos El Desayuno. De repente se empiezan a amontonar en nuestra mesa platos y tarros: tres tipos diferentes de mermelada casera, un pastel también casero de pan de bizcocho, leche, café, tostadas, quesos…Me pregunto si me tomé algo raro anoche y aún estoy bajo el efecto de las drogas, pero el sabor de la fresa sobre la miga de pan me lo desmienten. Y todo incluido en el precio de la habitación. Aquí tiene que haber gato encerrado…Aunque hasta ahora todo parece normal, pero:
Estamos ya a punto de marchar después de un rato de playa y pasamos por el lavabo antes de volver al coche. Entra Marta y en la antesala donde me espero veo que hay un libro, como suele pasar en las consultas para que la gente que espera se entretenga. Supongo algo tipo Hola!. Empiezo a hojearlo, pues va a ser que no es el Hola!: tios con collares de pinchos en el cuello mientras otros les azotan con un látigo, slips de cuero, pechos al aire, mordiscos, controversias raras…¡Sado puro! Bien, bien, para ir entrando en calor antes de pasar al baño.
Entonces lo entendemos. En realidad hemos ido a topar con un hotel de estrellas porno y puede que por la noche se hayan estado rodando escenas morbosas mientras nosotras roncábamos. ¿Cómo hemos podido desaprovechar de esa manera la noche?
Le dedicamos una mirada cómplice a la dueña, una francesa canosa y bonachona, al despedirnos y guardamos una tarjeta del hotel para futuras ocasiones…
Y después: ¡mar!
1 comentario:
Pel que sembla el viatget va anar bé, no?!
Si més no, llegint el que has escrit vénen ganes de fer-lo!
un petó!
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